viernes, junio 16, 2006

MI DIA DEL PADRE

El Domingo es el día del padre, te lo avisa desde la librería frete a tu oficina con la promo del libro para el, hasta Sergio Lagos en el falso comercial de Falabella y ni hablar de la Benjamín Vicuña el padre-mino en las paletas publicitarias, pero no es tan malo ya que gracias a eso lo recuerdas, por lo demás, creo que eso mismo hace que hoy tenga mayor importancia que hace algunos años. Yo no recuerdo en mi infancia haber celebrado a mi padre en su día, sólo celebrábamos a mi mamá, entregándole todo tipo de regalos que nos enseñaban a hacer las tías del municipalizado colegio con número donde estudié mis primeros años. Una linda panera de color tempera hecha de palos de helado y cola-fria o el típico barrilcito-lapicero hecho de perros de ropa que le sacabamos sin que ella se diera cuenta, y siempre me pregunté lo mismo: ¿por qué mi compañero Victor Silva le regalaba un lapicero a su mamá si ella no sabía escribir? tonteras... pero era feliz igual y así todos teníamos un regalo para nuestras madres.
En esas epocas pasadas y a veces añoradas, mi madre tenía grandes rosales y muchas flores en su jardín, desde mansanillones, lirios, gradiolos, chinitas, etc, etc, etc. y en ese entonces yo era un niño muy ÑOÑO (aun me queda algo jejejeje) y mi grado de “ñoñería” era tanto, que de las florecitas de mi mamá... hacía varios ramitos y arreglos “a-doc” para un niño de esa edad, los envolvía en palel de regalo que tenia guardados de la navidad anterior, dejando una especia de cucurucho, como aquellos que me encendía pegado a la oreja cuando me dolía el oído, y los repartía entre mis vecinas por que también eran madres y por que yo era el rey de los ÑOÑOS y quría saludarlas (Mirshhh que era ñoño, mamón y weon).
Hoy en día... ya no hago lo mismo con las vecinas de mi mamá, pero todos los años celebro al igual que muchos de ustedes a mi Madre, siempre con algo distinto, pero manteniendo esa inocencia que me caracteriza (así que shh shh nadie lo sabrá). El caso de mi Papá fue distinto, sólo hace unos años me di cuenta que celebraban el día del padre y todo gracias al comercio y la publicidad que con tal de vender inventan cualquier wea... un día de estos van a inventar el día del pico así como van..., pero admito que a veces he pensado que existe por que cuando le pregunto a Boris cuando me regalará algo me dice “el día del pico”, en fin. Mi papá se llama Pradelicio Fuentes, tiene 64 años, es un hombre de vida, sano y a pesar de nunca decirnos nada, es muy sabio por que creo que a esa edad se es. Es además un hombre serio, no demuestra mucho sus sentimientos con sus hijos, pero sé y tengo la certeza de que nos quiere mucho. Por otro lado mis padres son Protestantes (En ningún caso escolares, sólo religiosos) lo que conlleva a que todos los domingos salgan casi todo el día a la Iglesia, lo que me genera una complejidad no por que vayan, sino por que este domingo es el día del padre y en cuestión, considerando dicho evento es que yo, a diferencia de todos ustedes decidí celebrar el día del padre el sábado. ¿celebrar? Palabra compleja que por diccionario significa: “dicese del hecho de gastar dinero, preocuparse por cosas vanas, estresarse mas de la cuenta y terminar pagando en cuotas lo adquirido llamese regalo, presente u obsequio con unos intereses altisimos, pero cómodos.” Mi situación económica y creo la de la mayoría, no está muy buena (aquí vien ela parte cebollera), por lo que quise regalarle una casa, pero por presupuesto no pude, quise llevarlo de viaje, pero por presupuesto no pude, quise hacerle una fiesta, pero por presupuesto no pude, quise hacerle un regalo, pero ya saben…. el presupuesto… mas pensé y pensé que haré y se me ocurrió algo que antes no había he hecho. Darle un gran abrazo y le decirle que lo amo y que estoy orgulloso de ser su hijo.
Es algo que nunca le he regalado y creo que lo hará feliz, aunque a veces no lo vea por semanas.

jueves, junio 15, 2006

CAMBIO DE LOOK

Quiero contarles que hoy por la mañana, mientras estaba encendida la TV, yo soñaba, pero soñaba a medias. No sé si les ha pasado, pero a veces... cuando me hago el loco con la hora para levantarme, dejo la TV encendida y sigo durmiendo. Lo que me ocurrió hoy tiene dos opciones razonables de ser. Les pasó a contar lo que me ocurrió. Yo estaba en la casa antigua de Alejandra y Pizarrita, en una supuesta reunión. Por lo que recuerdo mi amiga Ale había citado a una persona para que me ayudara con esto de la incesable busqueda de trabajo. Era nada más ni nada menos que el conocido Sebastián Ferrer (weas poh... en los sueños está todo permitido). Estabamos en su living y este señor me pedía que me parase en el centro de la habitación. Yo lo hacía con gracia, mientras todos los demás estaban sentados contemplando mi cara de estúpido con la tenida tipo "flamante" que me acompaña cada fin de semana (Mis pantalones aletrados de la exclusiva tienda Paréntesys que está a dos cuadras de mi casa y mi polera enchulada del siete en el pecho que de azul marino ha pasado a celeste de tanto ir a dar al lavado después de cada carrete). Este señor criticaba mis prendas, que con tanto gusto selecciono cada fin de semana de entre mi closet ordenado por tipo y color, y lo más divertido es que entre las crítitcas el hablaba de espectáculos. Comentaba de los más wapos de holliwood, de la hija de no se quién y del matrominio de no se cuantos, pero era todo farandula y luego volvía a la critica de mi tenida. Fue largo rato. Supuestamente el cambio de look traería consigo un nuevo trabajo para mi (miren las weas que se le ocurren a uno, estar cagado es estar cagado). Finalmente un planchazo boriano en la tabla de planchar fue lo que distrajo mi atención de tan notable gurú de la estética y me dí cuenta que sólo era un sueño, pero un sueño combinado, ya que en la TV estaba un comentarísta de especáculos hablando de la vida de los famosos y era la voz que criticaba mi bestir, mientras estaba cayendo de los brazos de morfeo. Finalmente logré extraer de mi sueño a medias dos mensajes que quiero compartir con ustedes: El primero: cambiar mi look cuando vaya a una entevista y asesorarme por un especialista o de lleno ir a pedirle pega a Sebastián Ferrer. Son cosas que le suceden a uno en la busqueda insaciable de lograr sus objetivos. Saludos, Fe!

jueves, junio 08, 2006

EL BANCO

Siempre pensé que trabajar en un banco era algo elitista, no me imaginé nuca que llegaría a entrar a uno como personal de trabajo, por qué? porque creí que este tipo de trabajos era para gente “power” que comienza su camino laboral de manera distinta al mío. La verdad es que después de un mes puedo dar mis primeras impresiones y la cosa es muy distinta de lo que pensaba. No es un lugar elitista, es sólo que mucha gente se cree elitista, como aquellas personas que hablan con “la papa en la boca”, pero dicen "shusha" o señor guardia, por favor, me baja el aire que “la calor” me tiene aborchonada plisss???. Esas personas que no saludan a la niña del aseo en su cumpleaños, por ser la que lava las tazas y sirve los cafés. Esas personas que si te ven con la relación cercana con la gerencia… te tratan, sino no importa quien eres ni que haces, pero no todos son iguales. En este lugar convergen un sin número de clases sociales. Es como un tipo de Arca de Noé para estos tiempos en donde todos quieren salvarse con el jefe.
Está el que viene de Cerro Navia que debe tomar el transantiago una hora antes para llegar 10 para las 09, y el que viene saliendo de la costanera norte que tomó en La Dehesa con una vista panorámica de las entrañas de la cuidad. Claro que no falta también el que viene del barrio ABC1 emergente del Parque Forestal, obvio. Pero teniendo un mismo destino, por lukas más o lukas menos, ninguno de ellos se mezcla. Esto me lleva a pensar que existe un relevante clasismo que no había visto antes en ningún otro lugar de trabajo. El individualismo es algo cotidiano y por más que el junior me entrega revistas, folletos, cartas y demases del presidente de la Cia abogando por el trabajo en equipo y por un mismo fin, no logro ver ningún rasgo cercano a esto. El Cambio de Vida… a veces es un poco duro y te enseña cosas nuevas, pero, creo, de todas ellas debes aprender.